El IMSS, bajo la batuta de Zoé Robledo, se ha echado encima una "responsabilidad multimillonaria" al absorber a 10.8 millones de mexicanos de IMSS-Coplamar y a un número indefinido de trabajadores de plataformas digitales. Esto, sin que se sepa si el presupuesto aprobado contemplaba esta "transferencia".
¡Qué detalle! En un sistema de salud que ya atraviesa "uno de sus peores momentos", con quejas por la "pésima atención" y el "desabasto de medicamentos", ¿cómo se financiará este "gasto"?
La respuesta es sencilla: ¡con más "endeudamiento"!
México, que ya aumentó su deuda en 68% en seis años, ahora suma la salud de millones a la cuenta. La Presidenta Sheinbaum insiste en que no es un "capricho" rescatar aerolíneas o impulsar otras obras, pero la salud, al parecer, puede esperar, o ser financiada con los fideicomisos del Poder Judicial. ¡Prioridades!.
Por cierto, no está usted para saberlo, ni yo para contárselo, pero ese programa lo implementó Luis Echeverría Álvarez y lo consolidó José López Portillo. Nombres malditos que no son nombrados por la 4T, pero cuyo legado pesa hoy mucho más que nunca, digan lo que digan los solovinos.
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