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Transcripción

Peña Nieto, el fantasma cómodo

La hipótesis de un pacto de impunidad a cambio de la victoria de AMLO en 2018 y la tranquilidad post-sexenio de Peña Nieto parece la explicación más plausible.

El regreso de Enrique Peña Nieto al ojo público fue tan sorpresivo como un vaso de agua bendita en el infierno. De inmediato, resurgió el rumor de un soborno de 25 millones de dólares por el software Pegasus. El exmandatario, con la dignidad de quien no firma recibos de tacos al pastor, negó haber recibido mordidas, alegando que los presidentes no asignan contratos directamente.

¡Claro, faltaba más! Los presidentes solo dan línea con un simple comentario. La pregunta de cómo se mantiene en su lujosa vida en Madrid sin trabajar ni pensión, vinculándolo al Grupo Atlacomulco y la máxima de un político pobre es un pobre político, sigue siendo un misterio para los que no sabemos de plusvalías del capitalismo financiero.

La Presidenta Sheinbaum, con una distancia olímpica, solo dijo que el tema estuvo medio tremendo y que Peña Nieto lo negó. ¡Qué tierna suavidad! La prensa no se lo explica, pero la hipótesis de un pacto de impunidad a cambio de la victoria de AMLO en 2018 y la tranquilidad post-sexenio de Peña Nieto, parece la más plausible.

Al final, Peña Nieto sigue intocado, con su grueso expediente de fortuna inexplicable, siempre y cuando mantenga la boca cerrada respecto del gobierno de la 4T. ¡Un demócrata de la impunidad!

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