El país está en "transformación", y parte de esa transformación incluye abiertamente la "militarización", un camino que el propio Andrés Manuel López Obrador "se manifestó ampliamente en contra" cuando era oposición. ¡Qué ironía!
La aprobación de reformas que "consolida el mando militar de la Guardia Nacional" es un paso hacia una "dictadura perfecta". Pero no se preocupe, los morenistas defienden la implementación de este martillo con entusiasmo. Ahora, la Guardia Nacional y la Sedena tendrán nuevas facultades de "inteligencia y vigilancia sin control del Ministerio Público ni supervisión judicial". ¡Un "Ejército Espía" con credencial y respaldo legal! ¿Qué puede salir mal?.
Pregúntenle a Corea del Norte, a China, a Vietnam, a Cuba, a Arabia Saudita, a Irán, a Venezuela, a Nicaragua o a Rusia para que le platiquen el paraíso en el que viven… Si es que los dejan siquiera hablar…
No nos hagamos: se abre la puerta a la instauración de un estado policíaco que vigile y persiga a quienes no coinciden con el régimen. Y con el Poder Judicial ya "controlado" por el régimen, el "desmantelamiento del federalismo" es inminente.
Los gobernadores, incapaces de profesionalizar a sus policías después de 16 años, ahora se excusan y "entregan la responsabilidad al Ejército". Así es como, al parecer, México se encuentra "sin contrapesos y en camino al autoritarismo, gracias al partido Morena".
¡Una estrategia fallida que no soluciona nuestros problemas de violencia, pero que consolida el poder!.
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