La presidenta Sheinbaum, en su afán por gobernar con mano firme, ha puesto a su consejera jurídica, Ernestina Godoy, a batallar con reformas judiciales que, por lo visto, son más escurridizas que una anguila mojada, ¡aún sin iniciativas listas!. Pero no se preocupen por la "lentitud legislativa", porque la velocidad se reserva para la "mañanera".
Para evitar "preferencias" y "gestorías pagadas", la presidenta misma hará el sorteo de preguntas. ¡Adiós a la meritocracia de focas amaestradas disfrazadas de influencers, hola a la tómbola presidencial!.
Dicen que Jesús Ramírez, aunque ya no es coordinador, sigue moviendo los hilos ocultos de este "innovador" proceso. ¡Un mago de la comunicación!.
Y mientras la presidenta sigue contestando preguntas sembradas sobre si instruye investigaciones sobre "desperdicios espaciales" de Elon Musk, agradece por seguir indicaciones ante el huracán Erick, informa sobre su "acuerdo-no-acuerdo global" con Trump, que lo quiere "prontito", aunque el Tío Sam tenga otras prioridades, su propia narrativa pagada sigue viento en popa, con todo y tómbola.
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