El Senado de la República, en un acto de valentía democrática sin precedentes, ha aprobado en lo general la reforma a la Ley de la Guardia Nacional. ¡Con 75 votos a favor y unos patéticos 34 en contra, queda claro que la disidencia y la oposición es para los débiles! La minuta, que viene directo de la Cámara de Diputados, nos trae la joya de la corona: la Guardia Nacional será, prepárense, una "fuerza de seguridad pública profesional" ¡de carácter "permanente"!. ¿Y quién la encabeza, se preguntarán? Pues aunque la Claudia y sus perritos ladradores digan lo contrario, será personal militar con "formación policial" y, ¡sorpresa!, dependiente de la mismísima Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Porque, ¿qué régimen totalitario necesita civiles cuando tiene a su disposición botas y fusiles?
La Sedena ahora tiene las riendas completas: no solo coordinará la seguridad nacional, sino que organizara, equipara, educará, adiestrará, capacitará, administrará y desarrollará a nuestra flamante Guardia Nacional. Es un "todo incluido" militar, damas y caballeros. Y no crean que se les escapa algo, porque incluso podrán nombrar a los titulares de las Coordinaciones Territoriales y Estatales. ¡Centralización total, al puro estilo "mando único y punto"!
El comandante de esta nueva y "civil" fuerza deberá ser un general de división en activo, propuesto por el titular de la Sedena y designado por el Ejecutivo Federal. Porque, insisto, ¿quién mejor para entender de robos a transeúntes que un experto en tácticas de guerra? Y para que no queden dudas, la estructura jerárquica es idéntica a la del Ejército y la Fuerza Aérea, desde soldado hasta general de división. Es como ponerle un sombrero nuevo a un perro viejo y llamarlo gato; sigue ladrando igual.
Ah, y un detalle importante: ahora la Ley de Disciplina y los códigos militares se "actualizan" para incluirlos y adoptar "lenguaje incluyente". ¡Qué progresistas! Ahora podrán regañarte en un lenguaje neutro mientras te enseñan a disparar. Y por si fuera poco, su ingreso se regirá por el mismo reglamento que el Ejército. ¿Formación policial? ¡Pfff! Con que sepas marchar y saludar a la bandera, ya la hiciste.
Así que ahí lo tienen, una fuerza de seguridad "pública" dirigida por el ejército, con "formación policial" militar, y donde el Senado ratifica nombramientos de coroneles mientras la Sedena lo controla todo, incluyendo la inteligencia nacional. ¡Brillante! La seguridad pública nunca había sido tan... militarizada. ¡Felicidades, México, por esta nueva era de "paz" y orden!
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