0:00
/
0:00

En nombre de la seguridad, al carajo tu privacidad

Si un día desaparecemos, ¡al menos el sistema sabrá si estábamos comprando chicles, sacando dinero del cajero, o visitando con amigas, amigos o quimeras el motel más cercano! ¡Es por su bien!

La Cámara de Diputados, pródiga en actos vergonzosos y en un acto de velocidad sin precedentes, porque ¿para qué perder el tiempo en comisiones?, si esto es un asunto de “urgente resolución”, nos ha bendecido con la Ley contra la Desaparición Forzada.

Y no, no es un chiste. Es una reforma que nos trae una joya: la Plataforma Única de Identidad. Imagine usted, mi querido y bien custodiado solovino, una base de datos central donde, sin un "estudio serio sobre su impacto en la privacidad ni garantías mínimas de protección", se concentrarán ¡todos sus "datos biométricos y personales de toda la población mexicana"!

¿Privacidad? ¡Bah! Eso es tan del siglo pasado, ¿verdad?

Ahora, para que no diga que soy mal pensado en todas, el objetivo es "agilizar la búsqueda de personas desaparecidas". Y para ello, esta maravilla tecnológica se interconectará con TODO: registros financieros, de transporte, ¡su salud!, telecomunicaciones, educación, hasta los "establecimientos de atención a las adicciones" y "toda institución privada que administre registros o bases de datos de personas". ¡Sí, hasta el secreto mejor guardado de su cuenta de Netflix, o de Xvideos, estará disponible para "su seguridad"! Porque, ¿cómo van a encontrar a alguien si no saben hasta qué serie vio por última vez?.

Claro que hubo aguafiestas. La oposición, con su típica necedad, denunció una "violación a la privacidad", y el diputado del PAN, Víctor Martínez, advirtió "riesgos de violación a la privacidad de la ciudadanía". Incluso la diputada Nadia Navarro del PRI se atrevió a decir que esta reforma "busca ocultar la realidad y tapar el sol con un dedo, estableciendo mecanismos de control y disfrazándolos de derechos". ¡Qué mala leche! ¡Y ni hablemos de la Convención de la ONU que, al parecer, solo es letra muerta!.

Pero no se preocupe, la diputada morenista Irma Juan Carlos nos tranquilizó, asegurando que esta reforma "representa defender el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad, a la verdad". Y claro, ¡la verdad es que ahora el gobierno sabrá dónde está hasta la última neurona de su cerebro! Todo esto para "superar la violencia que nos heredaron los regímenes anteriores a esta cuarta transformación".

Así que, ¡felicidades, mexicanos! Con 438 votos a favor, por fin tenemos la ley que nos asegura que, si un día desaparecemos, ¡al menos el sistema sabrá si estábamos comprando chicles, sacando dinero del cajero, o visitando con amigas, amigos o quimeras el motel más cercano! ¡Es por su bien!

Discusión sobre este video

Avatar de User