Y la razón es sencilla, pero amarga: ninguno de los gobernadores le debe su puesto a Claudia Sheinbaum. No, señor. Todos fueron postulados bajo el benévolo ojo de YSQ
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Los niños desobedientes de la 4T
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Y la razón es sencilla, pero amarga: ninguno de los gobernadores le debe su puesto a Claudia Sheinbaum. No, señor. Todos fueron postulados bajo el benévolo ojo de YSQ